En el encuentro se destacó el respaldo a la labor en las 45 Casas de Cultura que existen en Villa Clara, a proyectos y líderes comunitarios; fue rica, variada y pertinente la realización de eventos por manifestaciones; se obtuvieron 11 premios Memoria viva y fue notable el apoyo al trabajo de la Brigada de Instructores de Arte “José Martí”. 

Validar los proyectos socioculturales que hoy existen es uno de los asuntos esenciales; completar las plazas vacantes para instructores y defender la reconstrucción de casas cerradas hoy —en Encrucijada, Vueltas, Esperanza, Cifuentes, Camajuaní y Calabazar de Sagua— sobresalen entre los propósitos importantes del año, precisó Roberto Manso Regalado, director del sistema provincial de Casas de Cultura.

Son los propios municipios los encargados de buscar los jóvenes que se formarán como instructores de arte para sus instituciones; darles oportuno seguimiento a su proceso de formación; enamorarlos del lugar donde laborarán una vez graduados, puntualizó Serguey Pérez Pérez, director provincial de Cultura. 

«Todo lo que haga un instructor de arte tiene que ser de calidad, porque para eso fue formado, y Villa Clara es referente para el país en este sentido, así como de buenas prácticas para el mejoramiento de sus instituciones, responsabilidad máxima de sus directores en los municipios», destacó Diango González Guerra, presidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura.

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