«Es un cuento muy simbólico porque trabajo más que el tema carcelario, una parte de la condición humana que es el sentimiento de culpa, y tiene que ver con la culpa del asesinato; esa que aunque cumplamos todas las condenas que lo legal, lo civil y la sociedad puedan poner, nunca vamos a estar libres de ese dolor que marca», dijo a la radio la autora, que siempre está en la cuerda de Onelio Jorge Cardoso. 

«Competir en este evento a él dedicado, el Cuentero mayor, alguien con quien crecí porque soy guajira —mi infancia transcurrió en Quemado Hilario— y conocí a muchos Juan Candela que vivían ese tipo de historia campesina, ese tipo de mentiras ficcionadas de una manera que hace magia y hechizo. Crecí admirando a Onelio; después tuve la suerte de pasar el taller que lleva su nombre, creado y dirigido por Eduardo Heras León, y hace unos 3 años conduzco el espacio literario “Abrir y cerrar los ojos”, de homenaje a Onelio. Así es que ganar esta décima edición es muy gratificante», aseguró.

El cuento “Recurrencia” formará parte del libro número 11 de la narradora, diseñadora y pintora naif.

«Escribir para mí es diversión para el alma; nada se disfruta como el proceso creativo. Se disfruta el premio, el nacimiento del libro, su publicación. Pero ese momento sublime de sentarte a escribir no tiene comparación: la emoción hace que te sientas muy viva, porque estás inmersa en la vida de esos seres, de esos personajes que estás creando».