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Jorge Luis Veleta: «Divorciarse de las redes sociales es el suicidio que cometen muchos escritores»
Fotos: Tomadas del perfil de Facebook del entrevistado

Jorge Luis Veleta: «Divorciarse de las redes sociales es el suicidio que cometen muchos escritores» (+Audio y Videos)

Amanda Nogueira Yera y Raidel Fiallo Pérez (estudiantes de Periodismo)

Jueves, 13 Marzo 2025 07:22

El poeta Jorge Luis Mederos Betancourt es el Presidente de Honor de la Feria del Libro que transcurre en Villa Clara del 13 al 16 de marzo.

Con pipa en mano nos recibió a las puertas de la sede de la UNEAC en Santa Clara Jorge Luis Veleta, el autor de Romanza del malo, El tonto de la chaqueta negra y el más reciente Crónicas del barrio, poemarios que plasman la cotidianidad suya, nuestra, del amigo cercano y los desconocidos con los que chocas en la calle. 

Veleta es un hombre pequeño pero el lector que se anime a escuchar y/o leer esta entrevista se dará cuenta de que su voz y carácter muestran un poeta grande, de opiniones fuertes. También podrá darse cuenta de las pausas que hace cuando sonríe y de su humor muy cubano, socarrón.

No conoció a su abuelo, pero supo a través de historias familiares que había sido un gran amante de los libros y la literatura. De ahí heredó el hábito de lector y hasta hoy se define como tal. A los 14 años escribió sus primeros veros; sin embargo, no fue hasta los 19 que se decidió a compartir sus creaciones. Al estar bajo el foco e interés de toda Santa Clara por la Feria del Libro decidió compartir con nosotros sus locuras de juventud, su obra y exponer abiertamente sus opiniones sobre la evolución de la crítica y la difusión de la literatura.

‒ ¿Dónde surgió Veleta?

‒Entré de la universidad directo a trabajar en la construcción y estuve un corto período como ayudante. Era muy activo en aquel tiempo, siempre corriendo de un lado para otro y haciendo una cantidad de locuras tremenda: me daban un cigarro y yo me tiraba desde más de 12 metros de altura, hasta la malla de seguridad, para cogerlo. Hasta que un día me encontró el jefe de la agrupación, me echó un regaño tremendo y aplicó la de «poner al ladrón a cuidar la casa»: me dijo que iba a ponerme como el Técnico de Protección e Higiene, y así lo hizo. Me tocaba entonces cuidar que la gente no hiciera las mismas cosas que yo hice tantas veces.

«La responsabilidad como Técnico de Protección e Higiene de la construcción es cruenta. Hay muchos accidentes, unos cuantos de ellos son fatales, lo cual fue estresante para mí y me hizo correr todo el tiempo de un lugar a otro. En aquel momento estábamos haciendo la ampliación de Planta Mecánica. Además, trabajábamos en la fábrica de vehículos soviéticos, que hoy es la fábrica de bicicletas, y también construíamos la Fábrica de Traviesas. Por tanto, el recorrido entre estos tres lugares, que era un circuito de 12 km, tenía que estarlo corriendo de una fábrica a la otra. A partir de ahí a la gente le dio por empezar a llamarme Veleta, y así se quedó».

‒ ¿Dónde comenzó a cultivar sus habilidades como poeta?

‒Ingresé al taller literario Juan Marinello. Allí estuve con otros miembros que luego se convertirían en escritores importantes de mi generación en Santa Clara, como Ricardo Riverón. Esas personas, de alguna manera, fueron alimentando ese espíritu de creación y esa necesidad de escribir y de no ser menos. De forma tal que ellos me halaron a mí hacia un nivel que yo no tenía: así funcionan los colectivos. Eso fue conformando una generación y haciendo que yo me superara. Y si es que mi obra tiene algún valor, fue precisamente gracias a ese taller, las críticas que allí recibí, los libros que allí consumimos y debatimos. En fin, la gente que me rodeó fue lo importante. 

«Al poco tiempo de estar ahí ingresé en la entonces Brigada Hermanos Saíz, que era de escritores nada más, y poco tiempo después se constituyó la Asociación Hermanos Saíz (AHS) que incluía a otras manifestaciones de arte».

‒ ¿Qué es lo más significativo que recuerda de la fundación de la AHS?

‒La fundación fue muy linda porque venía una guagua desde Pinar del Río hasta Moa recogiendo a los delegados. Hacía seis meses yo había regresado de Moa, donde estuve trabajando en la construcción; y allí constituimos la organización. Los delegados por Villa Clara fuimos Marta Meneses y yo. Veinte años después se les hizo un homenaje a los delegados y los únicos que no fueron invitados, ni se homenajearon fue a Marta Meneses y a mí –dijo sonriente. ¡Sin palabras! 

Nos reunimos en el Foro Agesta de la UNEAC. Gracias al propio Veleta, dos días antes pudimos contactar con Eduardo, un amigo suyo —quien maneja la cámara— para grabar el encuentro. Foto: Raidel Fiallo Pérez

‒ ¿En qué medida influye su vida personal en la poesía?

‒Yo creo que en todo. No soy de los poetas que escriben por referentes librescos; rara vez lo he hecho. Si de algo puedo preciarme, es de que soy un tipo con los pies bien pegados a la tierra, sobre todo porque para mí la vida siempre ha sido más grande que la literatura. Yo no me precio de lo que he leído, de lo que he escrito, de lo que he publicado. Yo me precio de lo que he vivido. Si algún valor tienen cada uno de mis poemas y cada uno de mis libros es que son hechos de la sangre y de la carne que me ha rodeado. 

«Hay un dicho que dice: la vida es lo que pasa mientras pensamos qué vamos a almorzar mañana. Todos los escritores admirables, desde Martí hasta César Vallejo, desde Casal hasta Neruda, han tenido su tiempo como objeto y sujeto de su literatura. Entonces el escritor o poeta tiene que tener los ojos bien abiertos y la capacidad de observar las cosas. El poeta toca las cosas con la sensibilidad, las convierte en palabras y las canaliza en verso».   

‒ ¿Cuál es su opinión acerca de la crítica literaria que se hace en estos momentos en Cuba?

‒Ahora estoy bien desactualizado: no he vuelto al periodismo literario. A mí personalmente me molesta leer tanta crítica autocomplaciente; me molesta oír a todo el mundo decir que todo el mundo es bueno, que todo el mundo es un gran escritor. ¡Parece que estamos rodeados de grandes gentes, aunque estemos bien jodidos por otro lado!

«Creo que la crítica en general en Cuba está en un momento de caída. Se está estilando que las tesis de grado las conviertan en libros y a eso lo llaman un libro de crítica o un libro de ensayos. Ese hombre de gusto como decía Valeri (Biúsov) que se tomaba el trabajo de asistir a todo teatro, de asistir a toda presentación de libros, de estar en todos los lugares donde estuviera ocurriendo fenómenos artísticos y literarios para luego dar una opinión ‒y no siempre era favorable‒ ya es poco común». 

«Recuerdo aquellas broncas de Sanguily con Heredia que eran geniales, precisamente a causa de interpretaciones de poemas. Eso jamás se ha vuelto a dar. Y las que encontramos son por cosas muy banales que en la mayor parte de las veces no tiene nada que ver con lo artístico, sino están en función de vendettas y de mundillos. Si bien por otro lado hemos crecido, creo que la crítica literaria ya no tiene el sustento, el pollo del arroz con pollo, que tuvo hace mucho tiempo y que yo viví en sus últimos momentos».

‒Durante la pandemia la labor de los poetas villaclareños llegó a todas las casas con el spot Quererse de lejos escrito por usted y otros autores…

‒Participé en los proyectos Poesía contra coronavirus y Quererse de lejos, pero en ninguno de ellas ‒yo soy un tipo de contactos‒ sentí tanto o me sentí tan importante como en el contacto con la gente. La COVID fue para todos un momento de muchísimas tensiones, de muchísimos miedos; también fue un momento de definiciones. Si algo fue importante para mí en ese tiempo, fue haber participado en el proyecto Santa Clara por la vida. Nos reunimos un grupo de gente en el Mejunje a recopilar medicamentos y enviárselo a la gente que estaba necesitada. Luego no nos bastó con eso y empezamos a darle comida a los viejitos en la calle abandonados. El haber temblado con el miedo de contagiarnos todos nosotros y llevarle el contagio a nuestra gente en casa no nos impidió ayudar a los más vulnerables. 

‒ ¿Qué papel juegan las redes sociales como uno de los medios en que difunde su poesía?

‒Obviar las redes sociales ‒y hay mucha gente que las están obviando‒ es estar obviando el único modo de confrontación posible del escritor con el lector “hembra”, como yo le llamo. El lector hembra es aquel tipo que no escribe poesía,ni escribe cuentos, pero sí lee. Ese lector hembra rara vez lo encontramos en nuestros espacios. Ofrecemos un recital aquí en la UNEAC y viene pues la gente que conocemos, los miembros de la institución, y con buena suerte reúnes 30 personas. Las lecturas que se hacen en los parques cada día tienen menos gente. Las causas todo el mundo las conoce: la propia crisis que estamos viviendo. 

«¿Dónde está ahora mismo el lector hembra de poesía? Detrás de la pantalla del teléfono. Ahí es donde uno choca con las personas que le interesa la poesía y no tienen tiempo para asistir a los recitales de poesía, ni adquirir libros porque las tiradas cada vez son menos y muy tardías. Entonces el poema que tú publicas en la red social inmediatamente es difundido».

«Cuando una persona viene a un recital si no le gusta lo que tú estás leyendo, pues tiene que disparárselo porque le da pena levantarse o porque es amigo tuyo y mañana vas a estar en el recital de él y le hace falta. El que está detrás del teléfono no tiene ningún compromiso contigo. Lo mira, si no le interesa sigue. Si le interesa pues te da un like, te hace un comentario y te sigue leyendo. Se configura entonces lo que se llama la burbuja, donde un grupo de personas se van nucleando en torno a la obra de un escritor determinado. Muchos escritores rehúyen esa confrontación con el público hembra que está en las redes sociales». 

«Cuando empecé a escribir Crónicas del barrio compartí los poemas en mis redes sociales. A partir de ahí se fue generando una red de amistades; personas que, cuando los leían, entre ellos la profesora Susana Cabrera, Jorge García Prieto, Alexander Besú, me hacían recomendaciones a mi chat privado. De manera que el poema que yo había publicado a la seis de la mañana a la seis de la tarde era un poema totalmente distinto. El libro cuando lo terminé estaba prácticamente editado».

«Estar ajeno a las redes sociales, divorciarse de ellas o negarlas, creo que es el suicidio que están cometiendo muchos escritores que, bien por miedo a la confrontación, bien por miedo al desconocimiento, bien por autocomplacencia o por brutalidad, están sembrando soga pa su pescuezo».

Crónicas del barrio recibió el Premio de la Fundación de la Ciudad en 2022. Para todos los asiduos de las redes sociales pueden hallar cada uno de los 25 poemas que conforman este libro en la cuenta oficial del escritor: Jorje Luis Veleta Mederos

‒ ¿Qué representa para Veleta como escritor y promotor de la cultura villaclareña ser el presidente de honor de la Feria del Libro 2025?

‒Lo políticamente correcto es decir: es un honor inmerecido. Y yo voy a ser políticamente correcto. Pero en realidad hay otros escritores que se lo merecen. Y yo como presidente de la filial de escritura tenía en mente a otras personas. Cuando la primera reunión de la feria no me invitaron. Llamé a Riverón y le pregunté por qué. Él me dio una curva para no decirme que yo era uno de los nombres que tenían en mente para esta edición. 

«Significa tener que someterme a todas estas entrevistas que no me gustan, no estar donde quiero —cumbanchando con la gente— porque tengo que estar en una conferencia. Significa muchas molestias. Pero a la vez muchas alegrías. Se me da la oportunidad de invitar a mucha gente que admiro y es también ganar unos pesitos de más». 

‒Muchísimas gracias, Veleta. Nos veremos en la Feria del Libro y suerte con las entrevistas.

Rolando

Jueves, 13 Marzo 2025 09:06

Muy interesante entrevista a Veleta, mis felicitaciones al entrevistado y a los futuros periodistas