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Adiós a Torres Cuevas, se ha ido un cubano bueno

Adiós a Torres Cuevas, se ha ido un cubano bueno (+Audio)

Dalia Reyes Perera y Enma Rodríguez Aguilera

Lunes, 01 Septiembre 2025 10:07

Con la partida del Doctor Eduardo Torres Cuevas, Cuba pierde a uno de sus más grandes intelectuales, martiano y fidelista de raíces profundas.

Ha muerto un hombre bueno. De los imprescindibles, de esos que nunca se van, de los que siguen sembrando frutos en el corazón de su pueblo, con sus clases magistrales, su sencillez, su humildad sin límites. Martiano por convicción, de los que entendió que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, porque en nuestro Apóstol, en nuestro José Martí, bebió la savia indispensable para salvar y para salvarnos.

El Doctor Eduardo Torres Cuevas nos deja físicamente, pero se queda con esa estela de luz que irradiaba donde quiera que su presencia se hacía necesaria para impartir una conferencia, dialogar, ayudarnos a entender la historia con todos sus matices y contradicciones, para hacernos comprender con su verbo limpio y esclarecedor las páginas de gloria de Cuba. 

A él le debemos investigaciones que quedarán ahí para siempre, para comprender mejor a esta isla, de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Torres Cuevas nos enseñó que los hombres y mujeres que hacen la historia no son perfectos, que son de carne y hueso, y no estatuas de mármol. Que son seres humanos con sus equivocaciones, sus errores, pero también con ese amor infinito que los hizo inmortales.

En las Ferias Internacionales del Libro sus conferencias magistrales eran clases irrepetibles como un evangelio vivo.

A él le debemos adentrarnos hasta la piel en esta Cuba nuestra, en nuestra patria, en la Revolución que nos cambió la vida, a pesar de tantas contradicciones, errores, y proezas.

El Doctor Eduardo Torres Cuevas, a pocos días de cumplir sus 83 años, el próximo 4 de septiembre, no se permitía el descanso. Era Presidente de la Sociedad Cultural José Martí, Director de la Oficina del Programa Martiano, presidía la Academia de Historia de Cuba, y dirigía el Centro Interdisciplinario para el Desarrollo de las Ciencias Sociales y la Casa de Estudios Don Fernando Ortiz, de la Universidad de la Habana, además de dirigir la Alianza Francesa de Cuba. 

Y mucho más, era un fidelista apasionado. Sus conocimientos sobre la vida y obra del Comandante en Jefe estuvieron al servicio de la creación del Centro Fidel Castro, para que las huellas del líder también quedaran plantadas en esta tierra. 

¿Cómo honrar una vida así, entregada al sacrificio por su Patria? Siguiendo su legado, aprendiendo de sus libros, de su conducta intachable.

Aquí en Villa Clara, siempre lo recordaremos en el Memorial del Che y sus compañeros de lucha, honrando al Guerrillero Heroico con esa pasión de hijo cubanísimo de esta tierra libre.
Ha muerto un hombre bueno, un martiano de acción y por convicción, el historiador que siempre necesitaremos para entender más a esa isla grande, cargada de amor.