Tras llegar al servicio de urgencias del Hospital Infantil, el pasado 4 de junio, con diagnóstico de cólico nefrítico, y luego de varios estudios, la ranchuelera Carol Alicha Águila, de 10 años, se convirtió en el nuevo hito de la medicina pediátrica al centro de Cuba, al resultar intervenida quirúrgicamente por un tumor renal con extensión a la vena cava, proceder realizado por primera vez en esta institución y con total éxito.
Según el doctor Abel Armenteros, jefe de la cirugía neonatal en el centro de Cuba y líder del equipo médico que realizó esta cirugía, los tumores renales son frecuentes en edad pediátrica, pero no es común que el tumor infiltre la vena cava, por lo que la vida de la niña estaba en peligro.
La doctora Yisel González Rivas, especialista en radiología en el infantil, añade que la novedad del caso radica en la toma de la cava por el tumor al obstruir el flujo sanguíneo hacia el corazón. Un estudio minucioso del caso determinó en pocas horas realizar la cirugía.
El viernes 7 de junio un equipo multidisciplinario, acompañado por especialistas de otros centros hospitalarios de la provincia, realizó la riesgosa cirugía que duró cuatro horas y permitió extraer la totalidad de la masa tumoral.
«Nunca habíamos hecho una cirugía como esta, pero la estudiamos bien y salió como lo pensamos. Estamos contentos porque se extrajo toda la masa tumoral de la cava y del riñón, este último a través de una nefroctomía, explicó el doctor Abel Armenteros.
Por su parte, el doctor Cecilio González, experimentado especialista en angiología del Cardiocentro Ernesto Guevara, argumentó que es la quinta cirugía de este tipo que realiza, pero nunca la había realizado en niño. Explicó que fue un proceder muy limpio y sin complicaciones, donde el primer paso fue resecar la vena cava y luego extirpar el tumor.
La profesionalidad de varios especialistas y del personal de enfermería pediátrica, unido a la labor de varios servicios del hospital, garantizaron la favorable evolución de Carol Alicha.
«Me siento muy bien, estoy muy agradecida por todos los doctores que me atendieron, porque ellos me salvaron la vida», expresó de manera espontánea la niña.
La pequeña ya no tiene carga tumoral, se quedó con un riñón, pero puede hacer una vida normal; ahora, esperar el resultado de la biopsia y tomar conducta, explicó Abel Armenteros, quien acumula una brillante hoja de servicio en la cirugía neonatal en las provincias centrales.
Y aunque el caso de la ranchuelera Carol Alicha resulta un hito del pediátrico villaclareño, se suma a larga lista de novedades científicas que avalan el prestigio y la excelencia de una institución que tiene como mayor divisa la sonrisa de un niño.