El central refinería Quintín Bandera, en el municipio de Corralillo, fue el primero en realizar esta inspección, antesala de la prueba oficial para dar el listo final de la cadena agroproductiva.
Ahora le siguen el Heriberto Duquesne y el Héctor Rodríguez, de los municipios de Remedios y Sagua la Grande, respectivamente.
Estos son pasos imprescindibles, previstos para constatar el estado del equipamiento y el resultado de las reparaciones, un momento que permite comprobar el funcionamiento de la maquinaria industrial de cara a la arrancada, muy próxima a efectuarse.
Como resulta lógico, en este tipo de pruebas quedan algunos detalles que los agroazucareros perfeccionarán hasta el día de la arrancada.
El compromiso de los villaclareños es cumplir la meta productiva fijada para la zafra chica, que se extiende hasta el 31 de diciembre, donde tres son los ingenios involucrados, contando con el suministro de caña proveniente de un centenar de unidades productoras y la asistencia de las entidades de apoyo como Azumat, Tecnoazúcar, Esazúcar, Zeti y talleres Enrique Villegas, entre otras.
Amén de las limitaciones de algunos recursos materiales indispensables, que afectaron el mejor desempeño de las reparaciones de la maquinaria agroindustrial, no ha dejado de estar presente el protagonismo del movimiento de Innovadores y Racionalizadores, ANIR.
Con la vista ya puesta en la ejecución de los ajustes finales, los tres centrales azucareros de Villa Clara que entrarán en zafra enrolan colectivos, la industria y demás medios técnicos.